Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos para mejorar la situación de los estudiantes que se encuentran sin hogar. Además de aumentar la conciencia acerca del problema, la legislación y las políticas innovadoras en todos los niveles, las organizaciones de apoyo públicas y privadas, las comunidades locales y los estados están realizando una serie de esfuerzos para mejorar la situación de algunos de los niños y jóvenes más vulnerables del país. Hay ejemplos en todo el país que pueden inspirar a otras escuelas, distritos, comunidades y estados para identificar, contactar y apoyar a los estudiantes que experimentan la falta de vivienda en las escuelas de Estados Unidos. En contraposición al trauma al que están expuestos los jóvenes sin hogar, la escuela puede ser un pilar de estabilidad que encamina a los estudiantes para graduarse y continuar su educación con el fin de integrarse exitosamente a la fuerza de trabajo y la vida cívica.

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Para obtener más información sobre una variedad de iniciativas que identifican y apoyan a los estudiantes sin hogar de escuelas y distritos de todo el país, Civic realizó entrevistas con educadores de Virginia, Nuevo Hampshire, Texas, Montana y Michigan. El objetivo de este proyecto es identificar las estrategias que están usando las escuelas y los distritos para mitigar exitosamente los desafíos que enfrentan estos estudiantes para asistir a la escuela y tener un buen desempeño académico y difundir las mejores prácticas.

 

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Este informe se basa en una encuesta previa y actualiza muchas de las conclusiones de la encuesta original representativa a nivel nacional realizada a directores de jardín de infantes a 12° grado en 2017. Las conclusiones centrales de esta actualización de 2019 son que (1) los directores siguen considerando que las habilidades de aprendizaje social y emocional (SEL) son altamente enseñables y una prioridad en sus escuelas; (2) más escuelas están implementando parámetros específicos de SEL en porcentajes significativos; y (3) los directores y maestros están evaluando las habilidades de SEL en tasas mucho más altas que hace apenas dos años. Al mismo tiempo, la encuesta muestra que es necesario trabajar más para asegurar que el SEL sea sistémico en todas las escuelas y distritos y para que los directores piensen que las evaluaciones existentes son útiles.

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Las conclusiones más importantes del informe, en comparación con los datos de la encuesta de 2017, son que: (1) el porcentaje de directores que creen que las habilidades sociales y emocionales deben ser definitivamente incluidas en los estándares educativos del estado se ha casi duplicado desde 2017, hasta un 87 % de los directores, que creen que los estándares del estado probablemente deberían incluir explícitamente el SEL; (2) el porcentaje de directores que creen que se necesita un plan de estudios formal para que los maestros desarrollen exitosamente las habilidades sociales y emocionales de los estudiantes ha aumentado del 43 % en 2017 al 70 %; y (3) aunque las escuelas en general han hecho un gran progreso en la implementación del aprendizaje social y emocional, las escuelas de los pueblos pequeños y las zonas rurales continúan estando significativamente atrasadas con respecto al resto del país.

 

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Tras la renovada atención y visibilidad hacia la deserción escolar en la escuela secundaria a principios de la década de 2000, una cantidad cada vez mayor de instituciones comenzó a asociarse para concebir un “Plan Marshall Cívico” con objetivos claros, un plan de acción basado en la evidencia para cumplirlos y rendición de cuentas sobre los resultados obtenidos durante dos décadas. La campaña GradNation fue lanzada oficialmente en 2010 con el objetivo de alcanzar una tasa de graduación de la escuela secundaria del 90 % para la promoción 2020. Después de poco más de una década de abordar colectivamente el desafío de la deserción de la escuela secundaria, las amplias contribuciones de otros actores del campo educativo, y el arduo trabajo en las escuelas, los distritos y estados para mejorar los resultados de los estudiantes, se han logrado mejoras sustanciales, y hemos aprendido mucho sobre la naturaleza del desafío y lo que funciona para impulsar el progreso.

 

Es preocupante que, a pesar de este progreso, sigue habiendo profundas brechas de equidad, ya que los estudiantes negros, hispanos y de bajos ingresos continúan graduándose de la escuela secundaria a un ritmo muy inferior al de sus pares blancos y más acaudalados. Además, los estudiantes de inglés, los estudiantes con discapacidades y los estudiantes sin hogar tienen tasas de graduación inferiores al 70 %.

 

En conjunto, las estadísticas muestran que hay grupos específicos de estudiantes que están experimentando un tipo de educación muy diferente a la de sus compañeros. Este año seguimos denunciando las disparidades en las tasas de graduación de la escuela secundaria para subgrupos específicos de estudiantes y para las escuelas de bajo rendimiento a las que asisten muchos de ellos, que se ven afectados de manera desproporcionada por la pobreza, las desigualdades estructurales y el acceso no equitativo a recursos, apoyos y oportunidades.

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En esto se basó el objetivo de GradNation y por esto es que seguimos comprometidos con la publicación de este informe anual, trabajando junto con nuestros asociados para aumentar las tasas de graduación, insistir en la calidad y asegurar mejores resultados de vida para cada joven del país. 

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El mensaje central de este informe es que si bien los estudiantes secundarios actuales y recientes en general respetan a sus maestros y les asignan calificaciones favorables a sus escuelas secundarias, la mayoría considera que hay una gran pieza faltante en su educación –una falta de formación en habilidades sociales y emocionales–, y la mayoría de los estudiantes recientes sienten que no están preparados para la vida después de la escuela secundaria.

Los estudiantes, al igual que los maestros y administradores, ven los beneficios de asistir a las escuelas que hacen hincapié en el aprendizaje social y emocional (SEL), especialmente en términos de mejorar las relaciones, reducir el acoso escolar, y prepararlos para la educación postsecundaria, el trabajo y la vida.

 

Esas escuelas son muy atractivas para los estudiantes de todas las procedencias y de diferentes tipos de escuelas. Resulta alentador que los estudiantes de las escuelas con fuerte compromiso hacia el desarrollo social y emocional manifiestan que tienen mejores entornos de aprendizaje, se sienten más respetados, se sienten más seguros, tienen mejor desempeño académico, se llevan mejor con los demás, están mejor preparados para la vida y tienen más probabilidades de servir y retribuir a sus comunidades que los estudiantes de otras escuelas.

 

Estos y otros hallazgos son el resultado de una encuesta representativa a nivel nacional de estudiantes de secundaria actuales (de 14 a 19 años) y recientes (de 16 a 22 años), que incluye entrevistas detalladas a estudiantes de escuelas con y sin enfoque intensificado en el aprendizaje social y emocional. Escuchar las perspectivas de los estudiantes completa un cuadro convincente que ha incluido encuestas representativas a nivel nacional a maestros y directores de preescolar hasta duodécimo grado para evaluar el rol y el valor del aprendizaje social y emocional en las escuelas de Estados Unidos.

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Durante gran parte del siglo pasado, las escuelas secundarias sirvieron como motor de la movilidad individual y el progreso de la comunidad. Sin embargo, hoy en día, en demasiados distritos escolares y comunidades, las escuelas secundarias ya no cumplen esa promesa. Quedan aproximadamente 1,300 escuelas secundarias tradicionales que necesitan mejoras considerables y rediseño. Con una tasa de graduación del 49 %, estas escuelas secundarias con baja tasa de graduación están concentradas en 18 estados desde el centro de la ciudad hasta el corazón del país y se sitúan al otro lado de las líneas divisorias de raza, clase e inequidad de Estados Unidos.

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Al mismo tiempo, existen claros destellos de esperanza. A lo largo de las últimas dos décadas, la cantidad de escuelas con bajo rendimiento académico se ha reducido a la mitad, y las tasas de graduación de la escuela secundaria han alcanzado su máximo histórico. Aunque la tasa de graduación en las restantes escuelas secundarias de bajo rendimiento sigue siendo solo del 50 %, estas escuelas constituyen un pequeño porcentaje de las escuelas secundarias de todo el país, ya que representan solo el 10 % de todas las escuelas secundarias tradicionales con 300 o más estudiantes.

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A partir de este progreso, surge una visión clara sobre cómo pueden reformarse las escuelas secundarias para que vuelvan a servir como motores del desarrollo económico y comunitario. Es por esto que se publicó el informe Great American High School, de Civic Enterprises y Everyone Graduates Center de la Universidad Johns Hopkins, en asociación con America's Promise Alliance y Alliance for Excellent Education, como parte de la campaña GradNation que trabaja para aumentar la tasa nacional de graduación a tiempo a 90 %.

 

El informe identifica el progreso realizado y los desafíos pendientes para permitir que todos los estudiantes se gradúen de la escuela secundaria listos para la universidad o la vida profesional; documenta la escala, el alcance y la ubicación de las restantes escuelas secundarias de bajo rendimiento; muestra los desafíos que enfrentan esas escuelas; detalla lo que sabemos sobre una reforma de la escuela secundaria eficaz y basada en la evidencia; y establece un camino a seguir para el rediseño de la escuela secundaria en las comunidades y los distritos escolares que necesitan más apoyo.

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Elaborado por Civic Enterprises y Everyone Graduates Center de la Universidad Johns Hopkins, y publicado anualmente en asociación con Alliance for Excellent Education y America's Promise Alliance, el informe Building a Grad Nation analiza tanto el progreso logrado como los desafíos para alcanzar el objetivo de la campaña GradNation de aumentar la tasa nacional de graduación a tiempo a 90 %. AT&T, patrocinador principal, ha apoyado esta serie de informes desde su inicio a través de AT&T Aspire, el compromiso de donación de la compañía de 400 millones de dólares desde 2008 para apoyar la graduación de más estudiantes de secundaria listos para la universidad y la vida profesional. La Fundación Lumina, que ha sido líder en el campo de la educación postsecundaria, es un patrocinador de apoyo.

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Introducción: durante gran parte del siglo XX, la graduación de la escuela secundaria fue vista como la línea divisoria entre la infancia y la adultez y un marcador distintivo del éxito en la educación. Completar el recorrido del jardín de infantes al 12° grado y obtener un diploma de secundaria significaba que un joven estaba listo para integrarse a la fuerza laboral y ganar un salario digno o, en el caso de unos pocos afortunados, inscribirse en la universidad.

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Una y otra vez, en momentos críticos de la historia de nuestra nación, nuestros líderes han apostado a la educación como vía hacia la prosperidad futura, la igualdad de oportunidades y un tejido cívico fortalecido. Hoy, nuestras instituciones terciarias y universidades tienen nuevamente un rol central para ayudar a los estadounidenses a superar años de ingresos estancados, preparándose para una marea de desarticulación económica resultante de la automatización, y un aumento cada vez mayor de la brecha cívica y política.

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A lo largo del siglo XX, los estados construyeron los terciarios comunitarios y las universidades públicas que ahora forman a tres cuartos de los estudiantes de grado de Estados Unidos. Pero la educación superior en su conjunto tiene bajas tasas de graduación y estudiantes cada vez más endeudados. Como resultado, muchas instituciones terciarias y universidades no son aún el camino confiable para formar parte de la clase media o el motor de progreso social, económico y cívico que deberían ser.

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La buena noticia es que las instituciones terciarias han identificado una cantidad creciente de estrategias para ayudar a los estudiantes a graduarse y encontrar trabajos satisfactorios. No obstante, demasiado a menudo a las instituciones les resulta difícil sostener las innovaciones aunque sean exitosas, y mucho más difícil obtener ayuda para llegar a más estudiantes de la universidad y el país. El desafío para los líderes estatales es ayudar a los líderes de estas instituciones a identificar qué funciona y aplicarlo sistemáticamente para beneficiar a los estudiantes.

 

Los autores de este informe, un demócrata y un republicano, podemos no estar de acuerdo en todo, pero ambos creemos que el uso estratégico de los datos y la evidencia puede ayudar a más estudiantes universitarios a triunfar. En este artículo —parte de una serie publicada por Results for America— ofrecemos recomendaciones específicas para que los líderes estatales usen los datos y la evidencia para financiar a las instituciones universitarias con el fin de mejorar los resultados de los estudiantes. Recientemente publicamos un artículo similar enfocado en las políticas federales. Los pasos que detallamos a continuación pueden ayudar a promover la movilidad ascendente y el crecimiento económico compartido y permitir que estadounidenses de todas las procedencias se comprendan y cooperen entre sí para resolver los desafíos públicos más difíciles que tenemos por delante.

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Hay un singular activo estadounidense —nuestras instituciones terciarias y universidades— que tiene un gran potencial desaprovechado para aumentar las oportunidades y mejorar la vida de los estadounidenses. Ningún país tiene un sistema como el nuestro, que incluye una cuota inigualable de las mejores universidades de investigación del mundo, distinguidas instituciones de artes liberales y terciarios comunitarios que ofrecen educación práctica y asequible, formación y segundas oportunidades a millones de personas.

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Los terciarios y las universidades pueden ser pilares que apoyen nuestros esfuerzos para impulsar el crecimiento económico y a la vez fortalecer nuestros lazos cívicos. Los salarios han aumentado escasamente para una familia típica entre 2000 y 2016, después de la inflación. Solo la mitad de los trabajadores estadounidenses nacidos en la década de 1980 ganan más que lo que ganaban sus padres una generación atrás. La naturaleza cambiante del trabajo y el ritmo acelerado de automatización le añaden una sustancial incertidumbre al mercado de trabajo. Por último, el panorama cívico actual en Estados Unidos es también preocupante, con niveles históricamente bajos de confianza en el prójimo y las instituciones gubernamentales, una declinación continua en los voluntariados, la votación y la participación en proyectos y organizaciones de la comunidad, además de mayores tensiones en las comunidades estadounidenses.

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Afortunadamente, las instituciones de educación superior han identificado una cantidad creciente de potenciales herramientas para ayudar a los estudiantes a prosperar en la universidad y estar preparados al graduarse para tener una carrera profesional y participación cívica más demandantes. Estas herramientas van desde nuevos abordajes con respecto a la orientación de estudiantes hasta formas innovadoras de enseñar matemáticas mediante software. Entre los legisladores, hay un creciente apoyo a aplicar la evidencia de qué funciona para mejorar el uso de los aportes fiscales y resolver los problemas normativos persistentes. Por ejemplo, la ley bipartidista de 2015 para mejorar el desempeño estudiantil Every Student Succeeds Act exige que los estados y distritos escolares identifiquen qué estrategias funcionan para mejorar la escolaridad de jardín de infantes a 12° grado y las apliquen.

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Los autores de este informe, un demócrata y un republicano, podemos no estar de acuerdo en todo, pero ambos creemos que el uso estratégico de los datos y la evidencia puede ayudar a muchos más estudiantes universitarios a triunfar. Lograr este objetivo también ayudará a promover la movilidad ascendente, fortalecer a la clase media y permitir que estadounidenses de todas las procedencias se comprendan y cooperen entre sí para resolver los desafíos públicos más difíciles que tenemos por delante.

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En 2015, Indiana tuvo las tasas de graduación más altas de todos los estados de la
nación con 87.1 % y también la brecha de graduación más reducida —4.5 puntos porcentuales— entre los estudiantes de bajos ingresos y los que no son de bajos ingresos. Esto sucedió en un estado en el cual bastante más de un tercio de la cohorte de estudiantes era de bajos ingresos. Indiana estuvo también entre los principales cinco estados en cerrar la brecha de graduación entre todos los estudiantes y los estudiantes de bajos ingresos de 2011 a 2015.

 

Este informe contempla factores que han contribuido al progreso de Indiana, así como los desafíos persistentes. En particular, el informe se enfoca en cerrar la brecha para los subgrupos de estudiantes que continúan rezagados con respecto a sus pares, como los afroamericanos, los estudiantes con discapacidades y los estudiantes que aprenden inglés como segundo idioma (ELL).

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El mensaje central de este informe es que los directores de escuelas de Estados Unidos comprenden lo fundamental que es el aprendizaje social y emocional (SEL) para el desarrollo de los estudiantes y su éxito en la escuela y fuera de la escuela, pero necesitan más orientación, capacitación y apoyo para hacer realidad su implementación efectiva en las escuelas. Los directores comprenden que las competencias de SEL se pueden enseñar, creen que deberían ser desarrolladas en todos los estudiantes y saben que los jóvenes equipados con habilidades de SEL se convertirán en mejores estudiantes ahora y mejores adultos en el futuro. En el contexto actual de empleos crecientemente demandantes y deterioro de las comunidades estadounidenses, nada puede ser más importante que fomentar, enseñar y promover las competencias de autoconciencia, autogestión, conciencia social, habilidades relacionales y toma de decisiones responsable. Algunos las llaman empatía, disciplina, carácter, resolución colaborativa de problemas o de otras maneras, pero independientemente del nombre, son las actitudes y habilidades que proporcionan el adhesivo de una sociedad funcional, una economía robusta y una democracia vibrante.

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Elaborado por Civic Enterprises y Everyone Graduates Center de la Universidad Johns Hopkins, y publicado anualmente en asociación con Alliance for Excellent Education y America's Promise Alliance, el informe Building a Grad Nation analiza tanto el progreso logrado como los desafíos para alcanzar el objetivo de la campaña GradNation de aumentar la tasa nacional de graduación a tiempo a 90 % para la promoción 2020. AT&T ha sido un patrocinador de larga data de esta serie de informes y fue el patrocinador principal del informe de este año. State Farm es el patrocinador secundario.

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Introducción: este año representa dos hitos clave en la campaña GradNation para aumentar las tasas de graduación de la escuela secundaria. En primer lugar, con la publicación de la tasa de graduación federal de 2015 se cumplen cinco años desde que los estados comenzaron a publicar las tasas de graduación con una fórmula común, la tasa de graduación por cohorte ajustada (ACGR). Y en segundo lugar, ahora quedan solo cinco años de publicación de datos federales entre el presente y la culminación del objetivo de GradNation de aumentar las tasas de graduación de la escuela secundaria a 90 % para la promoción 2020.

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Un mapa de ruta hacia la preparación y la consecución postsecundaria

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A lo largo de gran parte del siglo XX, Estados Unidos fue líder mundial en rendimiento educativo y, a su vez, en progreso económico y social. Pero esa ventaja se ha disipado en las últimas décadas, haciendo que el presidente y una serie de gobernadores y líderes filantrópicos establezcan objetivos orientados a lograr que Estados Unidos recupere su lugar como líder en educación y promover el progreso económico, social y cívico resultante.

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En la parte I de este informe, examinamos los datos nuevos y existentes sobre tres cohortes sucesivas de adultos jóvenes cuyo rendimiento educativo a los 25-34 años se puede medir actualmente o proyectar a futuro. La cohorte actual está conformada por personas de 25 a 34 años que se graduaron de la escuela secundaria en 2008 o antes y obtuvieron títulos postsecundarios en 2014 o antes, la segunda cohorte es de jóvenes que están cursando educación postsecundaria o terminando la escuela secundaria, y la tercera cohorte está actualmente en 1° a 10° grado. Queríamos plasmar una visión objetiva de cómo nos está yendo realmente en cuanto a la prioridad nacional clave en materia de rendimiento postsecundario, la trayectoria de la escuela secundaria a la educación postsecundaria, y la proyección a futuro para mejorar la preparación para la educación superior, el acceso y la persistencia. Encontramos razones de esperanza y alarma dentro de cada grupo.

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A lo largo de la última década, la nación ha estado respondiendo al desafío de la deserción de la escuela secundaria. Se han establecido objetivos, se han desarrollado planes basados en la evidencia y se han creado coaliciones para estar a la altura del desafío y ofrecerles mejores oportunidades a más estudiantes. Como resultado del arduo trabajo de estudiantes, padres, maestros, administradores, organizaciones comunitarias, líderes empresariales, líderes religiosos y formuladores de políticas de todos los niveles, se ha logrado un importante progreso. Las tasas de graduación de la escuela secundaria han aumentado más de 11 puntos porcentuales en la década pasada y dos millones de estudiantes más han cruzado la línea de graduación en lugar de abandonar la escuela.

 

A lo largo del camino, hemos visto escuelas, distritos y estados que han establecido un ritmo de progreso rápido y sostenido que podría inspirar al resto del país. Uno de dichos estados es la Mancomunidad de Kentucky. Como se detalla en este meticuloso estudio de caso, Kentucky es un estado con índices de pobreza que superan el promedio nacional, pero sus tasas de graduación para estudiantes de bajos ingresos son envidiables. Kentucky es un estado diverso con grandes centros urbanos en el Norte, Centro y Oeste, y algunas de las áreas más empobrecidas en Appalachia y Kentucky del Este. Fue allí en el Condado de Martin, Kentucky, en 1964 que el Presidente Lyndon Johnson lanzó su famosa “Guerra contra la pobreza” en el porche delantero de Tom Fletcher. En el limítrofe Condado de Floyd, un distrito escolar y su comunidad abordaron el desafío de reducir la deserción escolar y lograron uno de los mejores resultados en el estado.

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La nación ha alcanzado una tasa de graduación de la escuela secundaria del 82.3 % –un nuevo récord– y tuvo otro año de aumento significativo para casi todos los subgrupos de estudiantes. Estos aumentos fueron posibles gracias a las escuelas, los distritos y los estados que priorizaron aumentar sus tasas de graduación y se aseguraron de que más estudiantes terminaran la escuela secundaria con un diploma de alta calidad. A lo largo de la década pasada, la mayoría de los estados aumentó la tasa de estudiantes que se graduó de la escuela secundaria a tiempo, lo que los coloca en buena posición para alcanzar una tasa de graduación de la escuela secundaria del 90 % para la promoción 2020. Al mismo tiempo, se redujo la cantidad de escuelas secundarias donde no se graduó un tercio de sus estudiantes o más, lo que significa que menos estudiantes asisten actualmente a escuelas secundarias donde no es normal graduarse.

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No obstante, todo este progreso se ve atenuado por el hecho de que este año la tasa nacional de mejora –0.9 puntos porcentuales– pone a la nación fuera de ritmo para alcanzar el objetivo del 90 %, y es la primera vez desde 2011 que la tasa de graduación nacional aumenta menos de un punto. También hay preocupaciones muy genuinas de que demasiados de nuestros estudiantes más vulnerables permanezcan en escuelas con bajas tasas de graduación y de que las vías alternativas que se han creado para satisfacer sus necesidades pueden, en muchos casos, no estar a la altura de la tarea. Además, han surgido preguntas acerca de la utilidad de aumentar las tasas de graduación y si la mayor cantidad de diplomas de escuela secundaria se está traduciendo en buenos resultados en la educación postsecundaria y las carreras profesionales. En el informe Building a Grad Nation de este año, analizamos más detalladamente estos puntos y exploramos tanto el importante progreso que ha realizado la nación como los considerables desafíos que aún tenemos por delante.

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Desde el año académico 2010-11, cuando la mayoría de los estados comenzaron a informar sus tasas de graduación usando la tasa de graduación por cohorte ajustada (ACGR), la cantidad de estudiantes que se gradúa a tiempo ha aumentado año a año, y en 2014, la tasa superó el 82 % por primera vez. Estas tendencias reflejan y se basan en el aumento de las tasas de graduación de la escuela secundaria desde 2001, según las mediciones de la tasa de graduación de estudiantes de primer grado promediada (AFGR). Este progreso se ve atenuado por las persistentes brechas en la tasa de graduación que siguen frenando a una gran cantidad de estudiantes pertenecientes a minorías, de bajos ingresos y con dominio limitado del inglés (LEP), así como a aquellos con discapacidades. Estas brechas deben ser abordadas para que la nación alcance una tasa de graduación del 90 % para todos los estudiantes. 

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Anexo A
Anexo B
Anexo C
Anexo D
Anexo E
Anexo F
Anexo G
Anexo H
Anexo I
Anexo J 

El resumen de datos anterior destaca las tendencias en las tasas de graduación de la escuela secundaria a nivel estatal y el progreso que se está realizando para aumentar las tasas de graduación para subgrupos clave de estudiantes. Está acompañado por informes de progreso de graduación para cada uno de los 50 estados y cuadros de datos que proporcionan un análisis más profundo de las tasas de graduación estado por estado. El resumen está actualizado en función de las tasas de graduación publicadas por el Centro Nacional de Estadísticas de Educación y sienta las bases para el informe anual más abarcativo Building a Grad Nation publicado en la primavera de 2016. 

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Para ver el informe de progreso de su estado, haga clic en el enlace a continuación: 

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Alabama

Alaska

Arizona

Arkansas

California

Colorado

Connecticut

Delaware

Florida

Georgia

Hawaii

Idaho

Illinois

Indiana

Iowa

Kansas

Kentucky

Louisiana

Maine

Maryland

Massachusetts

Michigan

Minnesota

Mississippi

Missouri

Montana

Nebraska

Nevada

Neuvo Hampshire

Neuvo Jersey

New Mexico

Neuvo York

Carolina del Norte

Dakota del Norte

Ohio

Oklahoma

Oregon

Pensilvania

Rhode Island

Carolina del Sur

Dakota del Sur

Tennessee

Texas

Utah

Vermont

Virginia

Washington

Virginia Occidental

Wisconsin

Wyoming​

En este informe se examina el problema creciente de la falta de vivienda entre estudiantes mediante entrevistas y encuestas a estudiantes que se encuentran o se encontraban sin hogar y a los coordinadores estatales y funcionarios de enlace locales asignados para ayudarlos. Escrito por un equipo de investigadores de Civic Enterprises, una empresa de políticas y estrategias públicas, en asociación con Hart Research Associates, el estudio fue publicado por America’s Promise Alliance, líder de la campaña GradNation.

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La cantidad de estudiantes sin hogar se encuentra en aumento, con más de 1.3 millones de estudiantes sin hogar identificados durante el año lectivo 2013-14. Esto representa un aumento del 7 % con respecto al año anterior y más del doble que la cantidad de estudiantes sin hogar que había en 2006-07. Y por altas que parezcan estas cifras, es casi seguro que implican un subregistro.

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A pesar de las cifras crecientes, estos estudiantes –así como los intermediarios escolares y coordinadores estatales que los asisten– señalan que la falta de vivienda entre estudiantes continúa siendo un problema invisible y extremadamente disruptivo.

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Los estudiantes sin hogar se esfuerzan por permanecer en la escuela, tener un buen desempeño, y establecer relaciones significativas con pares y adultos. En definitiva, es mucho más probable que se retrasen y abandonen la escuela más a menudo que sus pares que tienen hogar.

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"Actualmente se están graduando de la escuela secundaria más jóvenes que nunca antes —las brechas en las tasas de graduación se están cerrando— incluso a medida que aumentan los estándares académicos. El mérito de estos aumentos corresponde a los educadores, estudiantes, padres y apoyos de la comunidad. Sin embargo, sabemos que en la economía actual basada en el conocimiento, un diploma de la escuela secundaria no es suficiente. Por lo tanto, aunque deberían parecernos alentadoras las proyecciones como la del informe de Grad Nation de este año, sabemos que queda mucho por hacer para preparar verdaderamente a todos los estudiantes —no solo algunos— para el éxito en los estudios superiores, la carrera profesional y la vida. La educación debe ser el ecualizador que ayude a superar las probabilidades desfavorables de demasiados de nuestros estudiantes". 

-Arne Duncan, Departamento de Educación de Estados Unidos 

En 2013, la tasas de graduación nacional de la escuela secundaria llegó a un máximo histórico de 81.4 %, y por tercer año consecutivo, la nación se mantuvo encaminada para cumplir el objetivo del 90 % para la promoción 2020. Esta sexta actualización anual sobre el desafío relativo a la deserción de la escuela secundaria en Estados Unidos muestra que estas mejoras se hicieron posibles aumentando las tasas de graduación de los estudiantes que tradicionalmente han tenido dificultades para obtener el diploma secundario, y se concentra en los subgrupos de estudiantes y las áreas geográficas que contribuyen con este progreso y son fundamentales para lograr el objetivo del 90 %.

Continuando con un patrón observado en años previos, las tasas de mejora entre los estados y grandes distritos variaron considerablemente entre 2011 y 2013. Algunos distritos, incluso aquellos con una mayoría de estudiantes de bajos ingresos y pertenecientes a minorías, realizaron grandes mejoras, mientras que otros perdieron terreno. Esto es significativo porque indica que las tasas de graduación de la escuela secundaria no están aumentando debido a tendencias económicas, demográficas y sociales a nivel nacional. De hecho, este progreso fue impulsado por la constelación de liderazgo, reformas y esfuerzos multisector a nivel estatal, distrital y escolar, y demuestra que con enfoque, se pueden aumentar las tasas de graduación para todos los estudiantes a lo largo del país.

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"El nuevo informe Building a Grad Nation debería ser de lectura obligatoria para aquellos que creen que la deserción de la escuela secundaria es demasiado insoluble para ser abordada exitosamente". 

-Arne Duncan, Departamento de Educación de Estados Unidos 

Por primera vez en la historia de Estados Unidos, la tasa de graduación de la escuela secundaria superó el 80 %. Además de que más de 8 de cada 10 estudiantes secundarios se graduaron a tiempo, la cantidad de estudiantes inscriptos en fábricas de desertores se redujo un 47 % a lo largo de la última década y los estudiantes pertenecientes a minorías encabezaron el aumento de las tasas de graduación y de abandono de las fábricas de desertores, a la vez que los estándares de calidad se tornaron cada vez más estrictos.

Estos aumentos sustanciales fueron impulsados por factores clave, comenzando por una mayor conciencia a nivel nacional acerca de la crisis relativa a las bajas tasas de graduación de la escuela secundaria y los esfuerzos para difundir el problema. El compromiso de las escuelas y las altas expectativas de mejores resultados, la mejora en los datos para monitorear el problema, y la mejora en el desempeño escolar han ayudado a impulsar el cambio.

A pesar de haber superado el increíble umbral de una tasa de graduación del 80 %, aún queda mucho por hacer. Aún existe una brecha persistente entre los resultados de los estudiantes de bajos ingresos y los de medianos y altos ingresos. Las tasas de graduación de los estudiantes afroamericanos y latinos, a pesar de estar aumentando, son menores que las de los estudiantes asiáticos y blancos. Muchos estudiantes con discapacidades, una población crucial para las tasas de graduación generales, no se están graduando a tiempo y con sus pares.

Ahora la nación ha adoptado el objetivo de aumentar la tasa de graduación al 90 % para la promoción 2020. El éxito dependerá de cerrar la brecha de oportunidad, abordar los desafíos de las grandes ciudades e incluir a los estudiantes de educación especial en la solución. A través de un esfuerzo colaborativo entre los sectores público, privado y sin fines de lucro, la nación puede alcanzar una tasa de graduación del 90 % para 2020.

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The Mentoring Effect es un convincente informe basado en la primera encuesta nacional realizada a jóvenes sobre las tutorías informales y formales, además de una revisión de la bibliografía y el panorama y las opiniones de una variedad de líderes clave de los ámbitos empresarial, filantrópico, gubernamental y educativo. El informe fue encargado por MENTOR, la Asociación Nacional de Tutoría, con apoyo de AT&T y en asociación con Hart Research. 

La encuesta determinó que 9.4 millones de jóvenes adultos en riesgo habían establecido relaciones de tutoría mediante programas de tutoría a lo largo de su crecimiento. A pesar de esa tendencia positiva, uno de cada tres jóvenes encuestados no tuvo un tutor mientras crecía. Aplicando sus experiencias a los datos demográficos del censo de los Estados Unidos para los jóvenes de 8 a 18 años, se prevé que 16 millones de jóvenes, incluidos 9 millones de jóvenes en situación de riesgo, llegarán a la adultez sin conectarse con un tutor de ningún tipo.

Las conclusiones de este informe confirman el poderoso efecto de la tutoría, tal como lo demuestran las experiencias de vida de los jóvenes encuestados y la vinculación de la tutoría con mejores perspectivas académicas, sociales y económicas. Este efecto de la tutoría está creciendo, y si se aprovecha, tiene el potencial de ayudar a enfrentar una serie de desafíos nacionales y fortalecer nuestras comunidades y la economía.

Este informe señala las oportunidades que tienen los sectores público, privado y filantrópico de incorporar sistemáticamente la tutoría como una estrategia clave para la juventud. En este informe se describen una serie de caminos a seguir que conducirían a una sociedad en la que todos los jóvenes tengan acceso a relaciones de tutoría de calidad y al apoyo que necesitan para tener éxito en la escuela, el trabajo y la vida.

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En demasiados salones de clases, los estudiantes y sus profesores se concentran tanto en los elementos cognitivos de la educación que dejan de lado otras habilidades para la vida. Aunque se enseña intencionalmente a leer y escribir, a menudo no sucede lo mismo con las habilidades de resiliencia y responsabilidad. Como resultado, se ha establecido una dinámica de “una cosa o la otra” que da prioridad a las aptitudes académicas en detrimento del aprendizaje “social y emocional”, que incluye aptitudes esenciales para la vida como autoconciencia y autogestión, valor y determinación, empatía y resolución de conflictos, disciplina y laboriosidad, y aplicación de conocimientos y habilidades a situaciones del mundo real. Esta dinámica contraproducente se ha establecido a pesar de la abrumadora evidencia de que el aprendizaje social y emocional (SEL) impulsa el rendimiento académico, mejora las actitudes y conductas, y reduce la angustia emocional.

 

En este informe, los profesores reconocen la importancia del SEL en los resultados de los estudiantes y respaldan el aprendizaje social y emocional como parte clave de la educación estadounidense. En este informe se comparten las conclusiones de una encuesta representativa a nivel nacional a 605 educadores de preescolar a 12° grado. Esta encuesta nacional demuestra que el SEL puede ayudar a abordar desafíos nacionales clave, incluida la reducción de la ventaja educativa de Estados Unidos. Los maestros coinciden en que el aprendizaje social y emocional es parte fundamental de la solución para abordar estos desafíos. Los maestros de todo el país explicaron también que el SEL aumenta el interés de los estudiantes en el aprendizaje, mejora el comportamiento de los estudiantes, previene y reduce el bullying y mejora el clima escolar. The Missing Piece muestra poderosos ejemplos de escuelas, distritos y estados que priorizan intencionalmente el SEL en programas y políticas con resultados magníficos. El informe cierra con Paths Forward, recomendaciones a nivel local, estatal y federal sobre políticas y prácticas que impulsan la implementación del SEL en las escuelas. 

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Comunicado de prensa

Resumen ejecutivo

"El nuevo informe Building a Grad Nation debería ser de lectura obligatoria para aquellos que creen que el problema de la deserción de la escuela secundaria es demasiado insoluble para ser abordado exitosamente".

- Arne Duncan, Secretario del Departamento de Educación de Estados Unidos

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Una nueva investigación revela que por primera vez en la historia de nuestra nación estamos en vías de alcanzar la meta nacional del 90 % de graduación de la escuela secundaria para la promoción 2020. El informe muestra que dos estados, Wisconsin y Vermont, ya tienen una tasa de graduación del 90 %. Hay veinte estados encaminados para alcanzar el 90 % para 2020. Siete estados necesitan acelerar el progreso, y 23 están fuera de ritmo para alcanzar la meta. 

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Este crecimiento de las tasas de graduación fue impulsado en gran medida por los considerables aumentos en las tasas de graduación de hispanos y afroamericanos, siendo las tasas de los hispanos las que más aumentaron, ya que subieron 10 puntos porcentuales, del 61 % en 2006 al 71.4 % en 2010. De manera similar, las tasas de graduación de los afroamericanos aumentaron del 59.2 % en 2006 al 66.1 % en 2010. También contribuyó a este ritmo acelerado el Sur, donde se encuentran 5 de los 10 estados con mayores mejoras desde 2006, pero también los 7 estados con mayor disminución de escuelas secundarias catalogadas como “fábrica de desertores”. En 2011, hubo 1.1 millones menos de estudiantes asistiendo a esas escuelas que en 2002.

 

El informe completo proporciona detalles adicionales sobre las tasas de graduación más recientes y las tendencias de escuelas catalogadas como fábricas de desertores a nivel estatal y nacional. El informe también proporciona detalles sobre estados y distritos escolares que están logrando avances significativos, lo que sirve como ejemplo de que otros también pueden hacerlo. Además, comparte prácticas prometedoras de organizaciones sin fines de lucro, empresas, medios de comunicación e instituciones educativas y gubernamentales de todo el país. 

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Comunicado de prensa

Resumen ejecutivo

BGN 2013 In The News

La Guía de la comunidad es parte de la campaña Grad Nation, un gran movimiento creciente de individuos, organizaciones y comunidades que trabajan en forma dedicada y conjunta para elevar la tasa de graduación de la escuela secundaria nacional al 90 % para el año 2020 y devolver a los EE. UU. al primer puesto mundial en el índice de finalización de los estudios superiores. Se suma a las fuentes existentes de conocimiento e información sobre la crisis de alta deserción escolar, entre ellas, el informe anual Building a Grad Nation y la Cumbre Building a Grad Nation.

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La Guía de la comunidad recopila las investigaciones actuales y esboza soluciones probadas y mejores prácticas, incluso intervenciones escolares y comunitarias, para aumentar las tasas de graduación. Proporciona un marco integral para ayudar a las comunidades a diseñar proyectos locales de prevención de la deserción escolar, así como 16 herramientas descargables que las comunidades pueden utilizar en forma inmediata.

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La Guía de la comunidad también aborda otras cuestiones importantes como la reforma de la educación, la transformación de las escuelas, los Estándares Estatales Básicos Comunes (CCSS), las múltiples vías para la graduación y la importancia de las oportunidades de calidad fuera de la escuela. También proporciona a las comunidades un plan modelo sobre cómo integrar a los jóvenes como parte de la solución y desarrollar su propio “Equipo de prevención de la deserción y aumento de la graduación” y el “Pacto de graduación de la comunidad” como puntos de referencia para la construcción y el seguimiento de sus progresos. 

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En 2012, las frustraciones y esperanzas de una muestra representativa a nivel nacional de consejeros y administradores escolares reflejan el mensaje central de este informe: aunque los consejeros y administradores creen en la misión de preparación para la universidad y la carrera profesional que cumplen los consejeros, la falta de enfoque, capacitación, responsabilidad y recursos para los consejeros obstaculiza el verdadero progreso. Los consejeros desean llevar adelante la misión de preparar a los estudiantes para la universidad y la carrera profesional, pero las facultades donde se forman no los capacitan para esta misión, las escuelas los alejan de esta labor fundamental, y sus administradores no los hacen rendir cuentas por las actividades que llevan a más estudiantes a la universidad. 

En resumen, aunque los consejeros están dispuestos a contribuir de manera significativa, tienen en sus manos una brújula rota. Un dato alentador es que los estudiantes de las escuelas donde los consejeros están capacitados y deben rendir cuentas en relación con las actividades orientadas a la asistencia a la universidad tienen más probabilidades de ir a la universidad. Hay un movimiento nacional creciente para aprovechar mejor el rol de los consejeros escolares y, con los cambios en las políticas y la práctica, los consejeros pueden ser recursos inestimables en las escuelas de nuestra nación para impulsar la preparación para la universidad y la carrera en una época de restricciones fiscales.

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"El nuevo informe Building a Grad Nation debería ser de lectura obligatoria para aquellos que creen que el problema de la deserción de la escuela secundaria es demasiado insoluble para ser abordado exitosamente".
-- Arne Duncan, Secretario del Departamento de Educación de Estados Unidos

Nuevas investigaciones revelan que más de la mitad de los estados aumentaron las tasas de graduación y la cantidad de escuelas secundarias catalogadas como "fábrica de desertores" disminuyó en un 23 % desde 2002. El informe de actualización anual 2012 Annual Update of Building a Grad Nation: Progress and Challenge in Ending the Dropout Epidemic determinó que 24 estados aumentaron sus tasas de graduación de la escuela secundaria en forma moderada o pronunciada, mientras que la cantidad de escuelas secundarias donde se gradúan a tiempo el 60 % o menos de los estudiantes —a menudo denominadas “fábricas de desertores”— disminuyó en 457 entre 2002 y 2010, con una aceleración en la tasa de disminución desde 2008.

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El informe también proporciona detalles sobre estados y distritos escolares que están logrando avances significativos, lo que sirve como ejemplo de que otros también pueden hacerlo. Además, comparte prácticas prometedoras de organizaciones sin fines de lucro, empresas, medios de comunicación e instituciones educativas y gubernamentales de todo el país.

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Press Release

Executive Summary (Espanol) 

Como otras economías han superado a los EE. UU. en crecimiento de la clase media, la fortaleza de nuestra economía en general está en peligro. Para triunfar, nuestra fuerza de trabajo necesita preparación y herramientas. Revigorizar a la fuerza de trabajo estadounidense proporcionándole a la clase media múltiples vías basadas en las oportunidades será fundamental para revitalizar nuestra economía y fortalecer la competitividad mundial de Estados Unidos. El propósito de este informe es promover un debate nacional entre los líderes empresariales, los educadores, los formuladores de políticas y el público en general sobre el papel de la educación profesional y técnica (CTE) en los Estados Unidos.

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Muchos de los niños de Estados Unidos están encaminados al éxito, pero demasiados se están quedando atrás. Aunque algunos de los recursos más preciados de nuestra nación —nuestros futuros médicos, maestros e ingenieros— están leyendo por encima del nivel de su grado, resolviendo complejas ecuaciones de álgebra y aplicando lo que aprenden en el aula más allá de los establecimientos escolares, muchos están luchando por seguirles el ritmo. Algunos simplemente han dejado de intentarlo. Son demasiados los que tienen circunstancias de vida difíciles. Otros no ven la conexión entre la escuela y sus sueños. Hoy en día, en Estados Unidos, uno de cada cuatro niños no se gradúa de la escuela secundaria a tiempo. Aún menos terminan la universidad.

 

La decisión de un estudiante de abandonar la escuela secundaria no es un acto repentino, sino un lento proceso de desvinculación durante un período de años. Gracias a las buenas investigaciones realizadas en los últimos años, se sabe que las señales de advertencia de la deserción escolar son evidentes mucho antes de que los estudiantes abandonen la escuela, lo que indica la creciente tormenta de problemas que experimentan algunos ya en la escuela primaria o en los primeros años de la secundaria. Las investigaciones también demuestran que la mayoría de los estudiantes en riesgo de deserción podrían graduarse si se les proporcionara el apoyo adecuado con la suficiente anticipación y ese apoyo se mantuviera en el tiempo.

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En la última década, las escuelas, los distritos y los estados han perfeccionado cada vez más la recopilación y el análisis de datos para mejorar los resultados de los estudiantes. El desarrollo y la utilización de los Sistemas de Indicadores de Alerta Temprana e Intervención (EWS) están a la vanguardia del movimiento de educación basada en datos, centrada en resultados y de alto impacto. Estos sistemas pueden aumentar la eficacia de los educadores ayudándoles a utilizar los datos para identificar a los estudiantes que están encaminados para graduarse y a los que se están quedando atrás con suficiente antelación para realizar las intervenciones adecuadas.

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Los consejeros escolares son profesionales muy valiosos en el sistema educativo, pero también están entre los menos desplegados estratégicamente. Esto es una pérdida nacional, especialmente porque los consejeros escolares están en una posición privilegiada, a diferencia de muchos educadores, para tener una imagen completa de los sueños, las esperanzas, las circunstancias de vida, los desafíos y las necesidades de sus estudiantes. Los consejeros tienen tanto una visión holística de los estudiantes en sus escuelas como la oportunidad de proporcionar apoyos específicos para mantener a dichos estudiantes en el camino del éxito, año tras año.

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Durante el último siglo, los consejeros han trabajado arduamente desempeñando muchas funciones en sus escuelas, desde guiar la toma de decisiones de los estudiantes, ayudarlos a abordar problemas personales y trabajar con los padres, hasta administrar exámenes, enseñar y llenar otros vacíos no relacionados con la consejería. Los roles de los consejeros han sido tan diversos como los estudiantes

con los que trabajan, lo que hace que su misión a menudo sea poco clara, que no rindan cuentas por el éxito de los estudiantes, y que la consejería escolar sea vista como “una profesión en búsqueda de su identidad”. Por consiguiente, aunque hay casi tantos consejeros escolares como administradores en todo el país, los consejeros han quedado en gran medida fuera del movimiento de reforma educativa.

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Resúmenes por estado del Consejo de Educación Superior acerca de la encuesta nacional a consejeros escolares 2011:

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Consejería escolar en California

Consejería escolar en Florida 

Consejería escolar en Michigan

Consejería escolar en Nueva York

Consejería escolar en Ohio

Consejería escolar en Texas

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Si bien el acceso a la educación superior se ha ampliado considerablemente en los Estados Unidos durante el último siglo, ha surgido una nueva crisis: una cantidad preocupante de estudiantes que se matriculan en la educación postsecundaria no terminan sus estudios, lo que tiene enormes consecuencias para ellos, la sociedad y la economía. Hoy en día, más del 70 % de los graduados de la escuela secundaria se inscriben en alguna carrera de educación superior dentro de los dos años siguientes. Sin embargo, poco más de la mitad de los aspirantes a un título de grado (Bachelor) obtienen su título en seis años, y menos de un tercio de los aspirantes a un título de grado intermedio (Associate) lo obtienen en tres años. Estados Unidos tiene una grave crisis de finalización de los estudios superiores. El estancamiento de las tasas de finalización de los estudios superiores no sólo es un problema para los estudiantes que, al abandonar los estudios, ganan menos a lo largo de sus vidas que los que se gradúan, sino también para la economía en su conjunto, que es menos competitiva sin una fuerza de trabajo preparada para satisfacer las demandas de los empleadores de la nación. Casi dos tercios de los puestos de trabajo en la próxima década requerirán algún grado de educación postsecundaria. Para ocupar dichos puestos de trabajo, Estados Unidos tendrá que acelerar su progreso y producir 3 millones más de estudiantes que se gradúen con un título de postgrado a finales de esta década.

 

Las empresas y las instituciones de educación superior de Estados Unidos juegan un rol importante para afrontar este desafío y dar forma a la fuerza de trabajo del futuro. Para comprender mejor los puntos de vista de estos dos grupos críticos de líderes, Civic Enterprises y Hart Research encuestaron a una muestra representativa nacional de 450 líderes empresariales y 751 líderes postsecundarios de terciarios comunitarios, instituciones de formación profesional del sector privado e instituciones de formación de cuatro años menos selectivas para conocer sus perspectivas sobre los desafíos, las metas y el trabajo que tienen por delante para superar la gran brecha. Este informe ofrece una visión clara del estado de situación de la educación estadounidense, en la que los líderes empresariales y de la educación superior pueden marcar la diferencia, y proporciona una hoja de ruta para centrarse en lo que hay que hacer para preparar a los futuros trabajadores para las demandas de la economía del mañana. 

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La educación va camino a transformarse en una institución basada en datos. Al compartir mejor información con los actores correspondientes de todos los niveles —profesores y padres, directores y superintendentes, líderes empresariales y de organizaciones sin fines de lucro, así como formuladores de políticas y profesionales del ámbito académico—, estos pueden intensificar sus esfuerzos para impulsar el rendimiento académico de los estudiantes y poner en práctica las reformas, políticas y prácticas que fortalecen la educación para todos los niños. Aunque el sistema educativo de Estados Unidos produce y recopila cada vez más datos, esa información a menudo no se comparte, o llega demasiado tarde para impulsar intervenciones y apoyos adecuados. Además, los educadores, los formuladores de políticas y otros actores, como los padres, los estudiantes y los colaboradores de la comunidad, carecen de la formación y la capacidad necesarias para utilizar dicha información para fundamentar sus decisiones.

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Estados Unidos sigue avanzando en su objetivo de superar el desafío de la deserción escolar. Los líderes de la educación, el gobierno, las organizaciones sin fines de lucro y las empresas se han dado cuenta de los costos individuales, sociales y económicos de la crisis de la deserción escolar y están trabajando juntos para resolverla. 

El año pasado, informamos que la cantidad de "fábricas de desertores", escuelas secundarias donde se gradúa al 60 % o menos de los estudiantes, había disminuido de 2,007 en 2002 a 1,746 en 2008. Ahora podemos informar de que de 2008 a 2009 (los datos más recientes disponibles), la cantidad de escuelas secundarias que podían ser catalogadas como fábricas de desertores se redujo en 112 escuelas más, hasta 1,634, lo que representa una tasa de progreso anual aproximadamente tres veces mayor que la del período anterior.

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Un título postsecundario se ha convertido en un elemento esencial para tener oportunidades en Estados Unidos y es un camino probado para salir de la pobreza. Las instituciones religiosas comprometidas con la lucha contra la injusticia social y la pobreza deberían considerar el poder que tienen de mantener a un mayor número de jóvenes encaminados para obtener dicho título. Estos esfuerzos se han convertido en una prioridad nacional urgente.

 

El año pasado, el presidente Barack Obama declaró que “en una economía global donde la habilidad más valiosa que las personas pueden vender es su conocimiento, una buena educación ya no es sólo una opción para tener oportunidades, es un prerrequisito”. El llamamiento del Presidente a los estadounidenses para que se comprometan a un mínimo de un año de formación postsecundaria para el año 2020 refleja las realidades cambiantes de nuestra economía mundial.

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La mayoría de los jóvenes estadounidenses, especialmente los de bajos ingresos, tienen dificultades para mantenerse en este camino hacia el éxito. Cada año, más del 90 % de los adolescentes de bajos ingresos dicen que planean asistir a la universidad, pero sólo la mitad de estos estudiantes se inscribirán realmente en la universidad. Solo un poco más de la mitad de los que se inscriben terminarán, y el tiempo para obtener un título es cada vez más prolongado. Solo el 20 % de los jóvenes que comienzan estudios superiores en instituciones que ofrecen programas de estudios de dos años se gradúan dentro de un plazo de tres años. En las instituciones que tienen programas de estudios de cuatro años, aproximadamente 4 de cada 10 estudiantes obtienen un título en un plazo de seis años.

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El mensaje central de este informe es que algunos estados y distritos escolares están aumentando sus tasas de graduación de la escuela secundaria con soluciones extensibles a nuestras escuelas públicas, demostrándole a la nación que podemos poner fin a la crisis de deserción de la escuela secundaria. Estados Unidos progresó no sólo en los suburbios y las ciudades, sino también en los distritos urbanos y en los estados del Sur.

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El progreso en los estados y los distritos escolares ha sido a menudo el resultado de aspirar a un estándar de excelencia, con metas y expectativas claras del estado al salón de clases, desafiando a todos los estudiantes con un plan de estudios más riguroso para obtener un diploma significativo que los prepare para la universidad y el trabajo, y a través de un enfoque específico sostenido en el tiempo de apoyos adicionales a los líderes escolares, los maestros y los estudiantes que más los necesiten. El progreso no fue magia, sino una suma de múltiples iniciativas de reforma, sostenidas, integradas y mejoradas a lo largo del tiempo.

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Se están haciendo importantes progresos en una serie de reformas, políticas y prácticas en todos los niveles que ayudarán a garantizar que más estudiantes se gradúen de la escuela secundaria preparados para la universidad y el trabajo productivo. Aunque esto está produciendo resultados reales, incluido un aumento en la tasa de graduación nacional, el ritmo es demasiado lento para alcanzar el
objetivo nacional de una tasa de graduación de la escuela secundaria del 90 % para 2020. Debemos adaptar nuestro sistema educativo a la mayor cantidad de demandas del siglo XXI a través de un Plan Marshall Cívico para acelerar el progreso en el impulso del rendimiento académico, las tasas de graduación de la escuela secundaria, y la preparación para la universidad y la carrera profesional para que nuestra nación cumpla los objetivos nacionales y la promesa de la próxima generación.

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Tras realizar una investigación y publicar tres informes sobre las perspectivas de los estudiantes que abandonaron la escuela secundaria (The Silent Epidemic, 2006), los padres (One Dream, Two Realities, 2007) y los maestros (On the Front Lines of Schools, 2009), descubrimos que estos grupos tienen puntos de vista diferentes y a menudo contradictorios sobre las causas de la deserción escolar y las potenciales soluciones. Encontramos que los estudiantes, padres y maestros tienen perspectivas que muestran importantes desconexiones que, si no se entienden más cabalmente y se subsanan, seguirán frenando los esfuerzos por mantener a más jóvenes en la escuela y encaminados para graduarse preparados para la educación postsecundaria. Reunimos a estos tres grupos clave, de las mismas escuelas, en Baltimore, Maryland; Dallas, Texas; Indianápolis, Indiana; y Kingsport, Tennessee. En cada caso, los individuos comentaron que esta era la primera vez que los maestros, padres y estudiantes se reunían para hablar de cualquier tema, incluida la crisis de deserción escolar. Los debates fueron esclarecedores y constructivos y fomentaron una atmósfera de respeto mutuo.

 

Uno de los principales objetivos de este informe es presentar las conclusiones de los sinceros debates que se celebraron en estas cuatro comunidades y proporcionar un entendimiento más profundo de las desconexiones que han inhibido la comunicación. Descubrimos que el acto de reunir a estos individuos arrojó luz sobre las barreras que enfrenta cada grupo y dio lugar a una voluntad colectiva de combatir los problemas que se interponen en el camino del éxito estudiantil. A fin de dotar a otras comunidades de las herramientas que necesitarán para mantener diálogos similares, e involucrar a estos tres grupos de interés vitales en soluciones comunes para combatir la epidemia de deserción escolar, hemos adjuntado la guía de debate que utilizamos en cada una de las cuatro comunidades y que contiene todas las directrices necesarias para facilitar esta conversación de manera productiva y orientada a la acción. Aunque estos debates variaron de una comunidad a otra y no son representativos a nivel nacional, las conclusiones de estos grupos de debate tienen implicaciones nacionales que les servirán a otras comunidades en su empeño por revertir la preocupante tendencia a la deserción escolar.

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El mensaje central de este informe es que, si bien algunos estudiantes dejan la escuela debido a importantes dificultades académicas, la mayoría podrían haber tenido, y creen que podrían haber tenido, éxito en la escuela. Esta encuesta a jóvenes que dejaron la escuela secundaria sin graduarse sugiere que, a pesar de las aspiraciones profesionales que requieren educación más allá de la escuela secundaria y de que la mayoría tiene calificaciones de C para arriba, las circunstancias de vida de los estudiantes y una respuesta inadecuada a esas circunstancias por parte de las escuelas llevaron a que abandonen los estudios. Aunque las razones varían, las categorías generales siguen siendo las mismas, ya sea en el centro de la ciudad de Los Ángeles o en el área suburbana de Nebraska.

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